Sesión 1:
Hecho para amar
(Made to Love)
Aprendiendo oraciones de memoria
Ayuda a tu hijo a memorizar la Señal de la Cruz, el Padre Nuestro, el Ave María, y la Oración de alabanza (El Gloria). Puedes encontrar las palabras de cada oración by clicking the button below. Aquí hay algunos consejos:
- Practiquen cuando conduzcan juntos en el auto (en el camino hacia o desde la iglesia u otro lugar).
- Memoricen en líneas y porciones. Di una línea en voz alta y haz que tu hijo la repita. Después de un tiempo, memoricen trozos más largos.
- Encuentra una canción que ponga la oración a la música que le gusta.
Examen de conciencia
Un examen de conciencia provee una estructura para reflexionar sobre sus acciones recientes y para considerar cuando puede haber pecado, especialmente antes de recibir el sacramento de la reconciliación. Presiona el botón de abajo y revisa el proceso con tu hijo.
Decir “Te amo”
Si aún no lo haces, comienza a decirle regularmente a tu hijo (en voz alta) que lo amas, tal vez a la hora de acostarse o cuando se va a la escuela.
Piensa en tu propia infancia. ¿Hubiera sido mejor que te dijeran más frecuentemente que te querían? Si es así, puedes intentar hacerlo con más frecuencia con tus hijos. Si te preocupa que se convierta en algo rutinario o que ellos resoplen o pongan los ojos en blanco o diga con exasperación: “Lo sé, mamá/papá”, sigue haciéndolo para que nunca lo duden en el futuro.
Si estas palabras no te salen de forma natural o te resultan sorprendentes o incluso extrañas al salir de tu boca, confía en que serán alimento para sus almas, aunque no lo demuestren en el momento. Si lo necesitas, pídele a Dios que te ayude a expresar tu amor con más frecuencia.
Si tuviste la suerte de saber, sin lugar a dudas, cuánto te amaron tus padres, pónte como meta transmitirle a tus hijos esa misma convicción recordándoselo a menudo (tanto con palabras como con acciones). A veces, como adultos, creemos que nuestros hijos comprenderán que los amamos por todas las cosas que hacemos para cuidarlos (llevarlos a lugares, prepararles la comida, lavarles la ropa), pero para ellos todo eso no tiene tanto valor como como escuchar las palabras reales "te amo" o "¡te amo y no puedes hacer nada al respecto!".
Nunca seremos padres perfectos y habrá algunos días en que las cosas irán mal entre nosotros y nuestros hijos, pero si tenemos el hábito de recordarles diariamente que los amamos (¡sin importar el estado de ánimo en la casa en ese momento!) les ayudaremos a comprender el amor incondicional de Dios.
Lápices de afirmación
Amanda Cox, una maestra de primaria en Beaumont, Texas, publicó en Facebook sobre los lápices en su aula y vio cómo la gente compartía la historia más de 400.000 veces:
Hoy me faltaban lápices, así que les pedí a todos mis alumnos que sacaran cualquiera de los lápices que tenían en sus escritorios.
Un alumno me preguntó si podía quedarse con los lápices que su madre le había dado para la escuela. Por supuesto, le dije que sí. Entonces me dijo: “Bueno, supongo que te daré algunos para que mis compañeros también puedan tenerlos”. No pensé en ello y tomé los lápices que me entregó.
Cuando les estaba sacando punta, me di cuenta de que había algo escrito en algunos de ellos. Luego me di cuenta de que la madre de mi alumno se tomaba el tiempo de escribir en sus lápices. Le pregunté si le importaría mostrarme el resto.
Lo que leí me derritió el corazón:
- Eres muy talentoso.
- Este será un gran año.
- Eres creativo.
- Eres fenomenal.
- Nunca te rindas.
- Puedes lograrlo.
- Eres un experto.
- Eres un genio de las matemáticas.
- Eres inteligente.
- Estoy orgulloso de ti todos los días.
- Te amo.
- Tienes una mente brillante.
- Eres maravilloso.
- Eres un solucionador de problemas.
- Sigue tus sueños.
- Eres perfecto.
- Estoy orgulloso de ti.
- Cambiarás el mundo.
- Eres asombroso.
- Eres el mejor.
- Eres importante.
Probablemente a su madre le llevó unos minutos hacerlo, pero le iluminó todo el día en la escuela. No le avergonzaba que su madre escribiera en sus lápices. Gracias a su madre, recordaba su autoestima y quería compartir el mismo sentimiento con sus compañeros de clase.
ESTAS son las cosas que deberíamos recordarles a nuestros hijos (tanto los padres como los maestros). Imagina la cara de un niño cuando se le recuerda que es importante, talentoso, amado, conocedor y mucho más. Ayúdalo a saber que alguien cree en él y está orgulloso de él en todo lo que hace.
Aunque pienses que es cursi o que no tienes suficiente tiempo o que tendrás poco impacto, recuerda que quizás seas tú el único que les diga y les recuerde estas cosas y que TODOS los niños necesitan saber su valor. Por eso es que doy clases. ❤
—Amanda Cox